#boyaprender
todo lo que tienes que saber sobre tu vermicompostera FUE 

Tenemos 3 grandes grupos de residuos orgánicos domiciliarios. Los materiales verdes, son aquellos que tienen una mayor composición de nitrógeno y agua, como por ejemplo restos de frutas y verduras y residuos del mantenimiento de jardines. Los materiales cafés, son aquellos compuestos por una alta proporción de carbono, como por ejemplo, restos secos de podas, paja, aserrín, cartón y papel, hojas secas, cáscaras de huevo e hilos naturales. Estos dos tipos de residuos, verdes y cafés, deben ser el alimento de nuestra vermicompostera. No es recomendable compostar residuos de fuente animal a nivel domiciliario, ya que sin una buena aireación, tiende a pudrirse y generar fuertes olores, como también atraer roedores u otros animales que quieran registrar nuestra vermicompostera. Por lo tanto, debemos priorizar solamente los residuos verdes y cafés.

Las moscas aparecen cuando hay residuos orgánicos domésticos en nuestra bandeja superior, en los cuales, las moscas pueden potencialmente dejar sus huevos, y reproducirse rápidamente, al tener nutrientes disponibles para su alimentación. También, esto sucede cuando hay exceso de humedad, por falta de materia seca en la vermicompostera. Por ende, es importante mezclar bien nuestra bandeja, agregando tierra y si vemos que comienzan a aparecer moscas, debemos agregar materia seca (cartón, paja, aserrín, tierra u otro) a la bandeja superior, de modo que todos nuestros residuos queden sepultados bajo la capa de tierra, y de esta forma la mosca no pueda tener acceso a ellos y no pueda dejar sus huevos en nuestra vermicompostera. Con esto solucionamos este problema.

Hay que ver nuestra vermicompostera como un ecosistema donde coexisten miles de microorganismos e insectos. Es normal que en nuestra vermicompostera encontremos otras especies de lombrices diferentes a nuestras lombrices rojas, también pueden estar presentes múltiples especies de insectos y arácnidos, ya que éstos también cumplen un papel importante en la biodegradación de nuestros residuos orgánicos domésticos. Por lo tanto, mientras no se vean amenazadas nuestras lombrices rojas, no debemos preocuparnos por encontrar otros insectos, ya que éstos también están aportando a obtener nuestro humus final.

Existe una técnica, llamada “trampa de gusanos”, que consiste en enterrar en nuestra vermicompostera una malla con residuos orgánicos domésticos, con la finalidad de que al pasar 3 a 4 días, las lombrices vayan a la trampa a comer, y entonces será momento de retirar la malla, con todas las lombrices dentro, de esta forma podemos cosechar lombrices rojas. También hay otras técnicas de cosecha de humus, que nos permitirán separar a los gusanos del humus. Por un lado tenemos la técnica de división de bandeja, consiste en separar la bandeja que tiene más tiempo biodegradando materia orgánica, con un cartón que separe en dos, alimentamos una parte y otra no, así luego de 3 a 4 días, las lombrices migrarán a la parte alimentada, dejando más vacío la parte no alimentada, que será la que podremos posteriormente cosechar. También está la técnica de la pirámide, que consiste en secar el humus maduro durante una semana, luego lo vertemos sobre un cartón, formamos una pirámide y nos aprovechamos de que las lombrices son sensibles a la luz, por lo que buscan refugiarse en la parte baja de la pirámide, por ende podemos retirar la parte superior y las lombrices quedarán abajo.

Lo primero es no botar nuestro compost, ya que en este mismo, están presentes los microorganismos que producen la biodegradación de nuestros residuos orgánicos domésticos, y también pueden haber huevos de lombrices, que eclosionarán y mantendrán viva a la población de lombrices. Debemos identificar los problemas que tenemos en nuestras bandejas, para esto debemos fijarnos en los problemas comunes, tales como exceso o déficit de humedad, desequilibrio en la acidez del humus u otro problema. Podemos mezclar bandejas inferiores con las superiores, a modo de rescatar núcleos de lombrices que están ocultados en bandejas inferiores. Por último, podemos pedirle a alguna persona que también tenga vermicompostera, que nos venda o regale un núcleo de lombrices, para que comencemos a reproducirlas nuevamente.

Estos parámetros siempre dependerán de la latitud geográfica en la que estemos, es decir, es distinto mantener estos dos parámetros, en una ciudad cerca del Ecuador, que en otra ciudad cerca de los Polos. Debemos saber que la humedad debe estar en un rango de 70% a 80%, para medir esto tenemos la prueba del puño, que consiste en tomar una cantidad de humus con el puño, apretarlo y si caen entre 8 a 10 gotas, el humus está en una humedad óptima de 80%. Si está muy seca debemos regar con el mismo líquido acumulado en la parte baja, o en su lugar con agua. Si está demasiado húmedo, debemos agregar cartón picado u hojas secas para contrarrestar el exceso de humedad. Para la temperatura, debemos preocuparnos de estar entre 5° C a 30° C, siendo el óptimo unos 20° C. Esto influye en la reproducción, fecundación y producción del humus de lombrices. Para mantener la temperatura se recomienda cubrir la vermicompostera con una malla raschel, manteniendo la aireación.

Las lombrices viven bien en un pH de 5 a 8,4, fuera de este rango las lombrices entran en estado de latencia y nuestra colonia de lombrices puede verse afectada. Para reducir la acidez se debe agregar hojas secas o cáscaras de huevo limpia y molida. Respecto a la aireación, se relaciona directamente con la humedad, y la falta de aire provoca que disminuya el consumo de alimento y las lombrices entran en estado de latencia, por lo que se retrasa la producción de humus y la maduración de los huevos. Por esto es importante también revolver bien el humus cada vez que agregamos residuos orgánicos domiciliarios.

Puedes utilizar este mismo líquido para regar las bandejas superiores de tu vermicompostera, esto acelerará el proceso de biodegradación, ya que en éste líquido están muchos microorganismos necesarios para llevar a cabo el humus del vermicompost. También podemos retirarlo y diluirlo con agua para utilizarlo para regar nuestras plantas. Es importante la dilución de una parte de este líquido con 5 a 10 partes de agua, dependiendo de su color, si es muy oscura agregamos más agua, si es más rojizo agregamos menos agua.